domingo, 13 de junio de 2010

Pausa

Saludos!!

Con motivos del inicio de Campeonato Mundial de Futbol, "El viaje de los Eternos" se tomará un pequeño descanso. Volveremos cuando Argentina haya salido campeón, o, esperemos que no ocurra... que Argentina quede afuera.



VAMOS ARGENTINA!!!.

viernes, 11 de junio de 2010

La feminización de la ciencia-ficción

No hay duda del auge de la ciencia-ficción. Desde Star Wars a E. T., recientemente la ciencia-ficción ha
sido lo mejor en la pantalla.
Sin embargo, ese es el detalle. Están en la pantalla, y lo que los ha hecho éxitos sensacionales son los avances tecnológicos que han hecho posibles los asombrosos efectos especiales en dicha pantalla. Sin embargo, ¿qué efecto ha tenido este éxito en el campo de más edad que es la ciencia-ficción impresa? No ha hecho —desafortunadamente— millonarios instantáneos de quienes escriben ciencia-ficción para revistas y libros, porque las docenas de millones que se amontonan en los cines para ver esos efectos especiales no corren con la misma fruición a leer unas cuantas palabras.
¡Pero hay quienes sí lo hacen!
Un pequeño porcentaje lo hace, y es el que ha hecho la gran diferencia. Permítanme explicarlo.
Las revistas de ciencia-ficción comenzaron en 1926, y durante la tercera parte de un siglo —toda una generación— fue un campo predominantemente masculino. Casi todos los lectores eran jóvenes varones y,
gran parte de ellos, eran jóvenes varones más bien introvertidos que, o no se sentían bien en compañía de jóvenes del sexo opuesto, o de plano les tenían miedo.
Con esto no digo que las mujeres jóvenes no leyeran ciencia-ficción. Algunas lo hacían. Sin embargo, eran tan pocas que casi no se podían distinguir, hasta el punto de que no existían. El resultado fue que las historias que se escribían demostraban un punto de vista puramente masculino. Si acaso se llegaba a incluir a personajes femeninos se trataba de estereotipos: unas nulidades absolutas —perfectos ceros a la izquierda de innegable atracción física— cuyo papel era interponerse en el camino del héroe y necesitar que este la rescatara en los momentos más inoportunos (Dale Arden, en la tira cómica de Flash Gordon es exactamente lo que quiero decir). Y el lector promedio toleraba con impaciencia hasta estos casos.
Hubo unas cuantas mujeres que escribieron ciencia-ficción, pero usaban sus iniciales, pseudónimos o nombres propios de género ambiguo para ocultar el hecho. Además, cuidadosamente escribieron el tipo de historias que escribían los hombres. Hubo todavía menos mujeres directoras de revistas que, cuidadosamente, publicaron el mismo tipo de historias que sus compañeros hombres.
No traicionaron la causa del feminismo. Tan sólo se trató de que no había posibilidad de ninguna otra cosa porque el 90 por ciento, o más, de lectores eran jóvenes varones.
Hasta alrededor de los años 1950 y 1960, cuando comenzaba la revolución sexual, la ciencia-ficción se quedó atrás. ¡Fue entonces cuando se presentó algo nuevo!
A mediados del decenio 1960-1970 apareció en la televisión "Star Trek". Se trataba de ciencia-ficción razonablemente buena, varios y agigantados pasos adelante de la serie de Flash Gordon. Sin duda, no era la
primera ciencia-ficción de buena calidad que aparecía en la pantalla. Tan sólo necesito mencionar The shape of things to come y 2001: A space odyssey para comprobar la afirmación.
Sin embargo, "Star Trek" apareció una vez por semana. Logró un público constante y, según resultó, fanático. Cuando los magnates televisivos trataron de terminarla después de su primer año, la protesta gigantesca que siguió fue un fenómeno de la época. Por una vez (y quizá única) la oficina principal tuvo miedo del peso y fuerza de la ira popular que quería continuar con un programa que se suponía que no era provechoso.
"Star Trek" continuó durante tres temporadas, ha sobrevivido durante más de veinte años con constantes repeticiones, y recientemente dio lugar a cinco películas importantes así como a una nueva serie televisiva. Más importante que este solo hecho es que, por primera vez, una pieza de ciencia-ficción no tan sólo ganó un seguimiento masivo, sino que ganó una pieza en la que las mujeres constituyeron un porcentaje importante. ¡Por vez primera!


¿Por qué? Mi propio sentimiento es que quienes hicieron "Star Trek", en particular Gene Roddenberry, realizaron su mejor esfuerzo para darle un interés humano a las historias, y para dar a los personajes características diferentes y en desarrollo semana a semana. ¡Y también tenía a Spock!
Spock era miembro de los vulcanos, superracionales y carentes de toda emoción (aunque era mitad humano), y mantenía la calma bajo cualquier condición. Por algún motivo (yo no soy mujer y no opino respecto a la naturaleza de estas razones) atraía a las mujeres. Aún más, Spock tiene las orejas terminadas en punta y, también por alguna razón, les gustaba a las mujeres.
De cualquier modo, cuando llegó la época en que se mantuvieron las condiciones de "Star Trek" y miles y más miles de "viajeros" se sumaron para asistir, frente a mis asombrados ojos parecía que la mitad —o más— eran mujeres jóvenes.
Esta juventud femenina estaba lista para el siguiente fenómeno de ciencia-ficción: Star Wars. Ya no era un público predominantemente masculino el que llenaba los cines. En los primeros lugares de la fila estaban las mujeres, que eran más pertinaces para ir por segunda vez que lo varones.
De todas las decenas de millones de televidentes que se sentaron frente a la pantalla doméstica y acudieron a los cines, nada más decenas de miles recurrieron a los medios impresos, pero quizá la mitad de estas últimas eran mujeres.
El resultado fue que, de 1965 en adelante, hemos visto la feminización gradual del público de la ciencia ficción impresa. Por lo menos el 25 por ciento de los lectores de las novelas y revistas de ciencia-ficción son, ahora, mujeres.
Sospecho que ahora la marca se acerca al 40 por ciento.
Este caso ha provocado que se introduzcan numerosos cambios. Por una parte le ha dado un alcance más amplio a la escritura. Para satisfacer la demanda de los lectores, las historias tienen que considerar a las mujeres como personas.
Además, las escritoras adquieren cada vez más fama, de tal forma que Úrsula K. LeGuin, Joanna Russ, Joan Vinge, Connie Willis, Octavia Butler, y otras, ahora están en lo más alto de la jerarquía. Cada vez hay más mujeres dirigiendo revistas y libros de ciencia ficción, y Judy Lynn del Rey, Shawna McCarthy y Betsy Mithcell adquirieron autoridad en este ambiente.
Esta femenización de la ciencia-ficción está produciendo sus recompensas. La ciencia-ficción en los medios impresos quizá no produzca los millonarios de los medios visuales, pero se está progresando. Ahora aparecen novelas de ciencia-ficción en las listas de los libros más vendidos. Frank Herbert, Robert Heinlein, Anne McCaffrey, Arthur C. Clarke, y otros, han aparecido ahí.
También ha mejorado la calidad de la escritura. Es como yo siempre he dicho: Liberen a las mujeres y también los hombres se liberarán.



Isaac Asimov

lunes, 7 de junio de 2010

Robots

Saludos, cyberamigos!

Hace unos días, surgió una noticia muy interesante: Un robot celebró un casamiento en Japón. La noticia completa la pueden ver en este link: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1265780



Si bien me pareció bastante berreta el asunto, ya que había un tipo escondido atrás que le enviaba comandos desde una computadora, no deja de resultar importante para comenzar a hablar de un tema que lo venía posponiendo hace rato. Los Robots.

¿Quién mejor que Asimov para hablar de Robots?.
Para el que no lo sabe, mucha de la obra de Asimov se basa en el manejo de los Robots Positrónicos a través de tres leyes fundamentales:


  1. Un robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño.
  2. Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano, excepto si estas órdenes entran en conflicto con la Primera Ley.
  3. Un robot debe proteger su propia existencia, hasta donde esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.

Podría decirse, a su vez, que Asimov es el padre del Comandante Data, de Star Trek, ya que él es un Robot Positrónico. 

El cerebro positrónico es un artefacto tecnológico ficticio, concebido por el escritor de ciencia ficción Isaac Asimov. Opera como una unidad central de procesamiento (CPU) para los robots, y les dota de cierta forma de conciencia. Es de tamaño similar al cerebro humano y está ubicado en la cabeza de los robots. Se trata una delicada malla de platino e iridio donde los impulsos cerebrales, que son equivalente a las comunicaciones neuronales, se realizarían mediante un flujo de positrones, lo que justifica su nombre.

Las tres leyes están concebidas para hacer que los robots sean "los esclavos perfectos" del hombre, y que no puedan rebelarse, ya que al no cumplir con alguna de estas tres leyes, el cerebro del robot se bloquea, y hay que tirarlo a la basura. 

Ciertamente, esa parte siempre me pareció medio absurda. Nadie va a hacer un robot que se pueda romper por cualquier cosa (los distintos robots de asimov se van rompiendo por diversos factores relacionados con estas tres leyes), porque no sería económico. Lo ideal sería que se "resetee", pero bueh..

La idea básica es que la humanidad no les tenga miedo a los robots, de que no les van a causar daño, y siempre van a estar a su servicio.


El problema que ocurre en todos estos cuentos es que, a medida que los robots van evolucionando (y la serie La Fundación abarca desde nuestros días hasta varios millones de años en el futuro, relatado en distintas etapas), las interpretaciones pueden ser distintas, por ejemplo: Si un humano se lastima es evidente que se aplica la primera ley, pero... y si está jugando un partido de ajedrez y lo pierde? ahí también sufre, y hay distintos robots que entienden ese significado y otros que no. 


En la película Yo Robot, el cerebro de los Robots, VIKI decide que todos los humanos deben ser tratados como prisioneros por los robots porque de esa forma se asegura que no sufrirán daño alguno.

Otro punto a tener en cuenta en los Robots de Asimov es que todos tienen nombres de personas, pero se le agrega SIEMPRE como primera inicial la R. (indicando que es Robot).

En las series de Asimov hay varios personajes importantes, los cuales les voy a nombrar:

1. Susan Calvin: Es una Psicóloga de Robots que trabaja en la única empresa que fabrica Robots, la U.S.S. Robotics. Aparece en muchos cuentos de Asimov tratando de corregir posibles bloqueos de los mismos, y entendiendo sus distintos problemas. Nació en 1982.


2. R. Daneel Olivaw: Es el robot más avanzado que ha creado asimov, fue creado en Aurora, un mundo exterior dominado por humanos que odian a los terrestres (sin embargo, su creador no compartía el mismo concepto que sus congéneres). Tiene aspecto androide, por lo que no se lo puede diferenciar de un humano normal, este robot va a ser muy importante en todo el ciclo de los libros de La Fundación, quien a través de diferentes identidades logra hacer que la humanidad en su conjunto no se destruya. El punto principal de este robot, es que junto con otro Robot, llamado R. Giskard Reventlov, logran crear la llamada Ley Cero, que dice así: 


Un robot no puede causar daño a la humanidad o, por inacción, permitir que la humanidad sufra daño.


Esta ley es fundamental para que Daneel no se bloquee cuando ve morir o sufrir a una persona, si ese sufrimiento es por el bien de la humanidad (y ahí pueden haber miles de interpretaciones distintas).


3. Andrew Martin: Para quien vio esta excelente película, es el robot de "El Hombre Bicentenario", un robot que tiene un don especial con el cual quiere ser un ser humano y va convirtiéndose parte a parte hasta llegar a ser declarado "Humano". La película me gustó muchísimo más que el relato (que es bastante corto).


Ahora, para finalizar, me gustaría ver si algunos robots conocidos cumplen las tres leyes de asimov, por ejemplo:


1. El Robot casamentero de este post claramente no lo cumple, no sólo porque no es positrónico, sino, porque si lo fuera, le está ocasionando un daño muy grave al futuro marido!! jajaja... Ya saben, "El matrimonio es la principal fuente de divorcio" (es broma!!).


2. Skynet/Terminator: Claramente no cumple las 3 leyes, ¿alguna duda?. Igual, acá hago una pequeña acotación a que tal vez Skynet determinó que para que no haya más sufrimiento de los humanos lo mejor es exterminarlos a todos, ¿no?. Es lo más lógico.


3. VIKI (Yo robot): Como dije anteriormente, tergiversa las tres leyes a su conveniencia y termina dominando al mundo para evitar que los humanos se hagan daño.


4. David (El nene de Inteligencia Artificial): Concebido con forma de niño para que las parejas que no puedan tener hijo terminen teniendo uno, cumple bastante las tres leyes de Asimov, sé que trató de protegerse a toda costa (tercera ley), pero mucho no recuerdo porque la película fue pésima (Darth Vader).


5. HAL 9000, de 2001 Odisea del Espacio: En esta aburridisíma película (la vi completa a ver si pasaba algo), la computadora trata de matar a sus tripulantes, por lo que obviamente no cumple las tres leyes.


6. Data: Un robot con aspecto humanoide que viaja en el Enterprise de Star Trek, según pareciera este buen robot cumple las tres leyes, salvo por el caso que lo he visto en varios capítulos ver sufrir a humanos y él no se ha bloqueado ni a sufrido daño alguno tratando de evitar a toda costa que no se accidente. Igualmente, podemos aplicarle la Ley Cero, por lo que puede aceptar que un humano sufra daño si eso es para el bien de la humanidad. Por lo tanto, yo creo que Data cumple, además de poseer un cerebro positrónico.


¿Algún otro robot que se me haya escapado y a quien le podamos aplicar las tres leyes?




IMPORTANTISIMO: Huevo de pascua del Firefox: Escriban about:Robots en la barra de direcciones y verán aparecer algo!!!

jueves, 3 de junio de 2010

No violencia

Hace cuarenta y siete años, en el preciso primer cuento de mi serie Foundation, hice que mi héroe dijera:
"La violencia es el último refugio de la incompetencia".
Por supuesto que no todos piensan así. Frecuentemente los hombres corpulentos tienen la firme creencia
de que la violencia es la forma correcta de decidir una disputa, en especial si se enfrentan a hombres de talla
reducida. La gente armada también cree firmemente lo mismo, en especial cuando se enfrentan a quienes no
tienen armas. Y una turba cree en la violencia cuando se enfrenta a un solo individuo. En pocas palabras si la
violencia parece estar del lado de uno, cuenta con la aprobación.
Por supuesto, si se da el caso de que la gente corpulenta, armada o arremolinada en una turba está en lo
correcto, la violencia se convierte en una forma de asegurar la justicia, ¿no es así? Vemos una gran cantidad
de películas y obras de televisión en la que el bien derrota al mal porque siempre sucede que el "muchacho
bueno" es más corpulento y fuerte que el "muchacho malo", sucede que el muchacho bueno dispara más
rápido y con mejor puntería que el muchacho malo, y así.
A veces queda claro que el muchacho bueno es más tonto que el malo, a quien frecuentemente se presenta
como la persona más inteligente en la obra. Sin embargo, a veces el bueno se salva por el hecho de que su
caballo es más listo que él mismo además de que la pistola más rápida siempre vence a la mente más ágil.
De tal manera no sólo se nos enseña que la violencia es el camino para el bien y la justicia, sino que la
inteligencia casi siempre es perversa.
Mi propio sentimiento es que la violencia generalmente consigue la victoria de los injustos y bárbaros.
Como ejemplo, el número de asaltantes que acuchillan, disparan o ejercen la violencia de alguna u otra
manera contra ciudadanos pacíficos es bastante mayor que el de los asaltantes que resultan golpeados por
estos mismos pacíficos ciudadanos.
La respuesta de los amantes de la violencia es: "Armen a todos esos ciudadanos pacíficos".
¿Por qué no? en esta forma hacemos que todos se conviertan en cierto tipo de asaltantes y tenemos
tiroteos en los que cada bando le sugiere al otro que saque la pistola primero (aquí, apuesto a que mientras
más experiencia tenga el pistolero —es decir, más criminal sea— ganará más veces).
La situación de asaltante contra asaltante no va a encontrarse, de verdad, en nación alguna, pero se me
dice que el país que más se acerca a este caso es Estados Unidos porque en ningún otro lado existe tan tierno
amor por las armas.
Sin embargo, si queremos el verdadero escenario de asaltante contra asaltante, debemos considerar la
situación internacional. Cualquier nación que sobrepasa un tamaño diminuto está armada. Todos los países
están convencidos de que, en todas las disputas, el propio país está en lo correcto y el otro no. Cada una de
las naciones parece sentir que se justifica plenamente el uso de toda la fuerza posible cada vez que le da un
acceso de locura.
Por lo tanto, ¿qué es lo que tenemos? Terrorismo y la amenaza siempre constante de la guerra nuclear.
¡Qué mundo tan maravilloso!
¿No hay forma alguna de administrar al mundo sin que la violencia sea la forma decisiva para juzgar entre
el bien y el mal? El amante de la violencia dice: "No la hay. Siempre hemos tenido guerras. Así son las
cosas. La respuesta es que seamos más fuertes que el otro".
El otro lado también dice exactamente lo mismo.
En consecuencia vivimos en un mundo en el que la Unión Soviética dispone de armamento suficiente para
matar cincuenta veces a cualquier humano que viva en la Tierra, y se siente insegura porque Estados Unidos
tiene poder para matar sesenta veces a todos. Entonces, debido a que sospechamos que la Unión Soviética de
verdad dispone de poder para matarnos cincuenta veces a todos, también nos sentimos inseguros.


Qué alivio sentirían ambas parte si pudieran creer plenamente que el enemigo, sin que importara el
esfuerzo que hiciera, tan sólo pudiera matarnos una sola vez a todos... una sola vez. Saldríamos a bailar a las
calles, ¿no es así?
Por cierto, ¿le parece que esto tiene sentido? ¿Parece la obra de gente competente?
Una vez un lector escribió: "si la violencia es el último refugio de la incompetencia, ¿por qué tanta
violencia en el mundo?"
Contesté: "Porque hay mucha incompetencia".


Isaac Asimov.


Este artículo es maravilloso, ¿no lo creen? ¿porqué tanta violencia?. Muchas obras de ciencia ficción tienen la violencia como parte fundamental (Star Wars es un ejemplo), sin embargo, a mí me gusta verlas. Porque es ficción, y porque muchas veces muestran cómo a través de la guerra la humanidad se destruirá. También soy fanático del ajedrez, que es una guerra en el más profundo sentido de la palabra (si saben jugar BIEN al ajedrez, saben de qué les hablo), pero soy un profundo defensor de la no violencia, de la no discriminación, de ayudar al prójimo en lo que uno pueda sin esperar recompensa. Por lo tanto, me apena y me entristece mucho ver la violencia que ocurre en el mundo. El caso más reciente es el ataque a un barco que enviaba ayuda humanitaria a la franja de Gaza por el ejército Israelí.

Ciertamente no tengo idea que ocurre ahí, no me interesa tampoco, pero sí me entristece ver cómo la humanidad arregla todo por la vía de las armas. Y no me vengan con que es por ideología religiosa porque es todo político y por dinero. Únicamente por eso.
Tampoco me vengan con que los judíos son malos, o los musulmanes, o quien quieran... hay para todos los gustos, como seres humanos que somos. No lo creo.
Son los gobernantes los que generan esas guerras, no las personas comunes y corrientes.

Ya lo dijo una vez Albert Einstein: "No sé con qué armas se librará la Tercera Guerra Mundial, pero en la Cuarta Guerra Mundial usarán palos y piedras".