viernes, 11 de marzo de 2011

Los Estragos de la naturaleza

Lamento mucho lo que ha ocurrido en Japón en el día de hoy (11 de marzo de 2011). Un terremoto de 8.9 en la escala de Ritcher y tsunami incluido. También, y esto es más personal, me asusté mucho el año pasado con el terremoto de Chile, porquela familia de mi esposa reside ahí.
Ni hablar de lo que siguen padeciendo los haitianos por el terremoto que destruyó su país. Y al no tener infraestructura están como en la edad media.


Sin embargo, siempre se escuchan las voces: "En el 2012 se acaba el mundo, es cierto!! Es cierto!!". Porque lo predijo Nostradamus o los Mayas (da igual.. o aunque lo hubiera predicho Horangel o Lady Gaga).


Es por eso, que quiero compartir este artículo de Isaac Asimov, escrito hace unos cuantos años, para calmarnos un poco, y entender que esto.. es normal... pasó y seguirá pasando, aún después del 2012...



El 19 y 20 de septiembre de 1985 dos terremotos gemelos pasaron con gran estruendo a través de la ciudad de México, la más grande del mundo. Murieron  unas 20,000 personas, otras  40,000 quedaron heridas, y 31,000 se quedaron sin hogar. En ese mismo año otro poderoso temblor golpeó a Chile, el 3 de marzo, con la consecuencia de 150,000 personas sin  hogar; afortunadamente tan sólo murieron 177. Otros sacudieron a China y la Unión Soviética.
Durante la noche del 13 de noviembre de 1985 un  volcán colombiano, inactivo durante mucho tiempo, rugió volviendo a la vida y enterró con lodo caliente a toda una población a sus pies, matando a 25,000 personas que dormían tranquilamente. Más de 60,000 sobrevivientes estaban heridos o sin hogar. 
El 31 de mayo de 1985, en el noreste de Estados Unidos, hubo docenas de tornados que se constituyeron en la peor demostración en los libros de records. Mataron a 88 personas, hirieron a cientos y borraron pueblos completos.
A todo esto agregue deslizamientos de tierra, aludes, huracanes y tifones asesinos, hasta un récord de
desastres aéreos, y parecería que la naturaleza se ha desencadenado. ¿Podría darse el caso de que, por alguna razón, hemos maltratado tanto a nuestro planeta que lo hemos desequilibrado? ¿O podría ser que ciertas fuerzas sobrenaturales están molestas con nosotros?
¿Tales catástrofes seguirán empeorando? ¿O se trata de desastres naturales cíclicos y tan sólo estamos en la temporada mala del ciclo?
En efecto, si contemplamos cuidadosamente estos  casos, parece claro que los desastres naturales se
presentan al azar. Esto no significa que se distribuyan equitativamente y que todos los años sean iguales. Hay años buenos y años malos. Si se presentan al azar, de vez en cuando podremos tener un largo período de relativa calma para después, inesperadamente, tener un período de muchos años turbulentos. Hasta ahora no hay forma de predecir ni prevenir los años malos.
Aún así, esta sospecha de la casualidad del desastre no parece estar en lo correcto. La gente de mi edad puede recordar años anteriores, cuando pocas veces ocurrían desastres y no se trataba de noticias cotidianas como hoy en día. ¿Por qué?
La respuesta es que se trata de un espejismo debido al adelanto de la tecnología humana.
Hoy en día nuestros satélites de  comunicación —que giran en órbita alrededor de la Tierra— y las
televisiones en todas las casas, nos dan cuenta inmediata de los detalles de todos y cada uno de los desastres.
Durante días y días vimos las fatigadas cuadrillas mientras se esforzaban por rescatar a otro bebé de los montones de escombros en los que se había convertido gran parte de la ciudad de México. Podíamos ver los daños, ver miradas temerosas y desesperadas, estábamos completamente conscientes del alcance del desastre.
Aún así, ni siquiera se  acercó al peor terremoto de la historia. El 23 de enero de 1556 un terremoto
derrumbó acantilados en el norte de China, y la Tierra —al hundirse— enterró a 830,000 personas en cinco minutos. Los europeos de aquellos días nunca oyeron  de tal catástrofe. La conocemos tan sólo por los registros chinos.
Una vez más, el 27 de agosto de 1883 la pequeña isla volcánica de Krakatoa —entre Java y Sumatra—
estalló y provocó una tsunami (marejada) que ahogó a 36,000 personas en las costas cercanas. La gente de Europa y América se enteró después, con pocos detalles y (por supuesto) sin imágenes de televisión. En occidente la vida continuó como si Krakatoa nunca hubiera estallado.
Pero el 18 de mayo de 1980, cuando el Monte Santa Helena sufrió una pequeña erupción —
comparativamente— en el noroeste de Estados Unidos, matando unas cuantas docenas de personas, todas las noches veíamos acontecimientos en la televisión, veíamos las columnas ascendentes de humo y ceniza, las
corrientes de lava, el polvo que caía sobre Portland, Oregon, y muchas otras cosas. A los estadounidenses pudo haberles parecido que el desastre del Monte Santa Helena era peor al de Krakatoa, tan distante en el tiempo como en el espacio.bien, tendemos a medir la intensidad de un  desastre por el número de personas muertas y dos millones de dólares de propiedades destruidas. También esto tiende a hacer que las catástrofes del presente parezcan mucho peores a las del pasado. Después de todo, hoy en día hay más gente en la Tierra que la que había en el pasado, y está bastante más apiñada y, por lo tanto, destinada a morir en mayor número en cualquier catástrofe de hoy en día que en el caso de catástrofes similares hace cien o más años.
Una vez más, estructuras humanas de todo tipo (fábricas, presas, centrales eléctricas, altos edificios de departamentos) agobian a la Tierra como nunca antes, y cada una de ellas es bastante más cara que cualquier otra cosa del mismo tipo en el pasado. Por lo tanto, cualquier catástrofe actual está destinada a destruir más que en el pasado. Por ejemplo, el terremoto más espantoso que  alguna vez golpeara a Estados Unidos no tuvo lugar en California. Tuvo lugar en el aparentemente tranquilo y estable Medio Oeste, como una serie de sacudidas que comenzaron el 6 de diciembre de 1811, y que llegaron a su clímax, con un feroz terremoto, el 7 de febrero de 1812. El epicentro estuvo cerca del Río Mississippi, en el lugar donde ahora se encuentra New Madrid, Missouri.
Los temblores se sintieron en  lugares tan alejados como Boston, y se destruyeron 150,000 acres de
bosques. El curso del Mississippi fue cambiado en varios lugares, se formaron nuevos lagos, se secaron algunos pantanos. Aún así, no sabemos de una persona que haya perdido la vida en este extenso desastre.
Después de todo, la zona casi no estaba poblada en aquella época. Por otra parte, si hoy en día fuera a tener lugar un terremoto de la misma intensidad y en el mismo lugar, con seguridad morirían muchos miles de personas, al igual que quedarían destruidos muchos millones de dólares en propiedades. En nuestros días aún un pequeño temblor en el mismo lugar provocaría más daños que el monstruoso terremoto de 1811-12, y con seguridad la gente tendría la impresión de que, de algún modo, los terremotos están empeorando.
Aún así, la humanidad no ha tenido que vivir los peores desastres de todos, que perfectamente podrían ser cíclicos. En el presente los científicos discuten acaloradamente respecto a la posibilidad de que, de vez en cuando, una lluvia de cometas pueda cruzar en todas direcciones el Sistema Solar interior y que algunos de estos, por pura casualidad, pueda chocar contra la Tierra.
Un sencillo golpe de un cometa, de un radio de unos cuantos kilómetros, provocaría un cráter de cientos de kilómetros de ancho y enviaría tal cantidad de polvo a la parte superior de la atmósfera que, virtualmente, durante meses o años desaparecería la luz del Sol. Dejaría de existir mucha vida vegetal, de tal forma que lo mismo pasaría con la vida animal que dependiera  de ella. Se supone que un choque como estos, hace 65,000,000 de años, aniquiló a los dinosaurios junto con muchos otros tipos de plantas o animales. Pero eso no fue lo peor. Parece que un choque parecido hace unos 230,000,000 de años aniquiló a más del 90 por ciento de todo tipo de plantas y animales que entonces vivían. En cada uno de los casos (hasta ahora) la vida continuó pero cambió drásticamente, ya que nada más los supervivientes se multiplicaron y volvieron a colmar a la Tierra.
Algunos científicos creen que tal "Gran Mortalidad" tiene lugar cada 26,000,000 de años. Parece que e! último se presentó hace 13,000,000 de años, por lo que el siguiente no se dará durante otros 13,000,000 de años. Así, tenemos tiempo suficiente y, quizá, si los seres humanos o sus descendientes todavía viven para entonces, quizá tengamos la tecnología para prevenirlo.
Mientras tanto podemos avistar la venida de los huracanes por medio de nuestros satélites meteorológicos; estamos desarrollando métodos para predecir terremotos y erupciones volcánicas; y, en general, estamos intentando evitar que nos sorprendan los desastres. Esto, en sí mismo, debe mejorar las cosas.


PD: Van a ver que luego del 2012 vamos a tener un montón de películas que hablarán del asteoride que chocará con la tierra en el 2030. A los humanos siempre nos gusta imaginar el fin del mundo. Ya pasó en el 2000, pasará en el 2012, luego el 2030, etc. Y pasó anteriormente también...

viernes, 14 de enero de 2011

Volver al futuro llega al cine!!

Como muchos de ustedes sabrán, ayer, 13 de Enero, fueun día muy importante para todos nosotros, los Fans de Volver al Futuro. 

Ayer volvió esta trilogía maravillosa al cine!. 

Luego de 25 años de su estreno, vuelve a las salas argentinas, y obviamente yo no me podía quedar afuera, y ya tengo mi entrada, como pueden ver:



¿Qué decir de esta trilogía maravillosa que no hayamos dicho antes? Si alguien lee la mayoría de mis posts, se habrá dado cuenta que esta película es mi favorita. 

La primera vez que ví esta película tenía 13 años, era 1992, y la pasaron por canal 13. Recuerdo muy bien ese día. Mi papá me avisó que la iban a pasar a la noche y que a mí me podía gustar. 
Me quedé esperando, y, como dije en un anterior post (esta historia ya la conté), me encantó. Me voló literalmente la cabeza. Soñé con esa película durante mucho tiempo, que yo conducía un Delorean y volvía a 1968 y mi viejo tenía mi edad, luego, 1969, etc... a medida que crecía, iba actualizando la fecha en mis sueños.

Posteriormente vi por primera vez la trilogía completa con dos amigos míos, toda la noche nos pasamos mirandola, junto con otras dos películas (creo que una se llamaba Aullidos -Terror- y la otra era una XXX, seguramente).

Y hoy, 25 años después, todavía no hay autos voladores, porque la tecnología ha apuntado hacia otro lado, nos hemos ido para el lado de las telecomunicaciones, ha nacido internet.

Y Volver al futuro sigue tan vigente como siempre. Película atemporal. E inmortal.


PD: No doy más... no aguanto más a que sea martes para ir a ver esta película, tengo una emoción indescriptible!!!