jueves, 3 de junio de 2010

No violencia

Hace cuarenta y siete años, en el preciso primer cuento de mi serie Foundation, hice que mi héroe dijera:
"La violencia es el último refugio de la incompetencia".
Por supuesto que no todos piensan así. Frecuentemente los hombres corpulentos tienen la firme creencia
de que la violencia es la forma correcta de decidir una disputa, en especial si se enfrentan a hombres de talla
reducida. La gente armada también cree firmemente lo mismo, en especial cuando se enfrentan a quienes no
tienen armas. Y una turba cree en la violencia cuando se enfrenta a un solo individuo. En pocas palabras si la
violencia parece estar del lado de uno, cuenta con la aprobación.
Por supuesto, si se da el caso de que la gente corpulenta, armada o arremolinada en una turba está en lo
correcto, la violencia se convierte en una forma de asegurar la justicia, ¿no es así? Vemos una gran cantidad
de películas y obras de televisión en la que el bien derrota al mal porque siempre sucede que el "muchacho
bueno" es más corpulento y fuerte que el "muchacho malo", sucede que el muchacho bueno dispara más
rápido y con mejor puntería que el muchacho malo, y así.
A veces queda claro que el muchacho bueno es más tonto que el malo, a quien frecuentemente se presenta
como la persona más inteligente en la obra. Sin embargo, a veces el bueno se salva por el hecho de que su
caballo es más listo que él mismo además de que la pistola más rápida siempre vence a la mente más ágil.
De tal manera no sólo se nos enseña que la violencia es el camino para el bien y la justicia, sino que la
inteligencia casi siempre es perversa.
Mi propio sentimiento es que la violencia generalmente consigue la victoria de los injustos y bárbaros.
Como ejemplo, el número de asaltantes que acuchillan, disparan o ejercen la violencia de alguna u otra
manera contra ciudadanos pacíficos es bastante mayor que el de los asaltantes que resultan golpeados por
estos mismos pacíficos ciudadanos.
La respuesta de los amantes de la violencia es: "Armen a todos esos ciudadanos pacíficos".
¿Por qué no? en esta forma hacemos que todos se conviertan en cierto tipo de asaltantes y tenemos
tiroteos en los que cada bando le sugiere al otro que saque la pistola primero (aquí, apuesto a que mientras
más experiencia tenga el pistolero —es decir, más criminal sea— ganará más veces).
La situación de asaltante contra asaltante no va a encontrarse, de verdad, en nación alguna, pero se me
dice que el país que más se acerca a este caso es Estados Unidos porque en ningún otro lado existe tan tierno
amor por las armas.
Sin embargo, si queremos el verdadero escenario de asaltante contra asaltante, debemos considerar la
situación internacional. Cualquier nación que sobrepasa un tamaño diminuto está armada. Todos los países
están convencidos de que, en todas las disputas, el propio país está en lo correcto y el otro no. Cada una de
las naciones parece sentir que se justifica plenamente el uso de toda la fuerza posible cada vez que le da un
acceso de locura.
Por lo tanto, ¿qué es lo que tenemos? Terrorismo y la amenaza siempre constante de la guerra nuclear.
¡Qué mundo tan maravilloso!
¿No hay forma alguna de administrar al mundo sin que la violencia sea la forma decisiva para juzgar entre
el bien y el mal? El amante de la violencia dice: "No la hay. Siempre hemos tenido guerras. Así son las
cosas. La respuesta es que seamos más fuertes que el otro".
El otro lado también dice exactamente lo mismo.
En consecuencia vivimos en un mundo en el que la Unión Soviética dispone de armamento suficiente para
matar cincuenta veces a cualquier humano que viva en la Tierra, y se siente insegura porque Estados Unidos
tiene poder para matar sesenta veces a todos. Entonces, debido a que sospechamos que la Unión Soviética de
verdad dispone de poder para matarnos cincuenta veces a todos, también nos sentimos inseguros.


Qué alivio sentirían ambas parte si pudieran creer plenamente que el enemigo, sin que importara el
esfuerzo que hiciera, tan sólo pudiera matarnos una sola vez a todos... una sola vez. Saldríamos a bailar a las
calles, ¿no es así?
Por cierto, ¿le parece que esto tiene sentido? ¿Parece la obra de gente competente?
Una vez un lector escribió: "si la violencia es el último refugio de la incompetencia, ¿por qué tanta
violencia en el mundo?"
Contesté: "Porque hay mucha incompetencia".


Isaac Asimov.


Este artículo es maravilloso, ¿no lo creen? ¿porqué tanta violencia?. Muchas obras de ciencia ficción tienen la violencia como parte fundamental (Star Wars es un ejemplo), sin embargo, a mí me gusta verlas. Porque es ficción, y porque muchas veces muestran cómo a través de la guerra la humanidad se destruirá. También soy fanático del ajedrez, que es una guerra en el más profundo sentido de la palabra (si saben jugar BIEN al ajedrez, saben de qué les hablo), pero soy un profundo defensor de la no violencia, de la no discriminación, de ayudar al prójimo en lo que uno pueda sin esperar recompensa. Por lo tanto, me apena y me entristece mucho ver la violencia que ocurre en el mundo. El caso más reciente es el ataque a un barco que enviaba ayuda humanitaria a la franja de Gaza por el ejército Israelí.

Ciertamente no tengo idea que ocurre ahí, no me interesa tampoco, pero sí me entristece ver cómo la humanidad arregla todo por la vía de las armas. Y no me vengan con que es por ideología religiosa porque es todo político y por dinero. Únicamente por eso.
Tampoco me vengan con que los judíos son malos, o los musulmanes, o quien quieran... hay para todos los gustos, como seres humanos que somos. No lo creo.
Son los gobernantes los que generan esas guerras, no las personas comunes y corrientes.

Ya lo dijo una vez Albert Einstein: "No sé con qué armas se librará la Tercera Guerra Mundial, pero en la Cuarta Guerra Mundial usarán palos y piedras".

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