sábado, 28 de agosto de 2010

lunes, 23 de agosto de 2010

Contra la estupidez...

...los propios dioses... ¿luchan en vano?

Acabo de terminar de leer "Los Propios Dioses" (1972), de Isaac Asimov, y quería compartirlo con ustedes.

Esta novela me sorprendió bastante en su desarrollo, ya que son tres partes bien diferenciadas, y cuando tomé el libro, no sabía si eran tres cuentos o una sola novela. Casi arranco por la última, y por suerte no lo hice...

Primero, la frase: "Contra la estupidez, los propios dioses luchan en vano" es una frase que dijo: Friedrich Schiller, un dramaturgo alemán, y que el buen doctor tomó como punto de partida de su libro.

La primera parte, "Contra la estupidez...", nos introduce en una idea increíble... supongan que ustedes de pronto están en su casa y tienen un cierto producto, y al cabo de un tiempo ven que cambia por otro, pero que ese producto es imposible de fabricar. Eso ocurrió en un laboratorio cuando el radioquímico Hallam se da cuenta que su botella con Tungsteno-186 cambió a Plutonio-186. Luego de una investigación, Hallam llega a la deducción que es un producto que ha venido de un universo paralelo enviado por otros seres para-humanos!.
Los mismos seres le dan las instrucciones a Hallam para que pueda fabricar una bomba de electrones que ayudaría a que la tierra no sufra más problemas de energía de ningún tipo. Una solución mágica, y gratis!. Porque cuando el Plutonio-186 se agota, se transforma en Tungsteno-186 y el ciclo vuelve a empezar.
Todos lo aceptan, la tierra se ve beneficiada, y nadie sospecha nada malo... excepto, obviamente, una persona, que fue bastardeada por el mismo Hallam.

Debo decir que cuando terminé de leer esta primer parte (y sobre todo su final), quedé muy impresionado y ansioso de continuar leyendo la segunda parte inmediatamente, no había tiempo para esperar más...

Segunda parte, "Los propios dioses": En este caso estamos viendo como viven los habitantes del universo paralelo, Asimov nos cuenta toda su civilización, sus interrelaciones, sus pensamientos, y todo con bastante rigor científico, porque está enlazado con la primer parte en un momento fundamental de la historia, y todo debe concordar.

Veamos un poco como son estos seres:
Básicamente están divididos en dos razas, los seres duros y los seres blandos. Los seres duros son inteligentes y viven en un estado de materia pura. No se sabe como se reproducen, ni si son inmortales o no.
Los seres blandos, viven en un estado gaseoso, y están divididos en tres sexos: El Racional-Izquierdo, el Medio-Emocional y el Paternal-Derecho. Deben formar los tres un trío (y supongo a varios les gustará la idea), para lograr reproducirse y tener a su vez su Racional, Emocional y Paternal. Esta parte cuenta como los racionales son educados por los seres duros, cómo los paternales cuidan a sus hijos y cómo piensan los emocionales y lo que hacen, además de donde habitan todos estos seres y sus interrelaciones.

Estos seres son los que realizan el cambio de Tungsteno-186 a Plutonio-186 (que en su universo es fácil de conseguir, según sus propias leyes), y llevan a cabo el plan para destruir a nuestro universo (del cual no sospechan, o no quieren sospechar, los humanos), debido a que la destrucción de nuestro universo salvará al universo de ellos (que está muriendo).

Me resultó un poco pesada esta parte, sobre todo la parte de las emociones de los paternales, pero al momento de llegar el final tampoco me decepcionó y me dieron muchas ganas de ver el final de esta historia.

Tercer parte, "¿Luchan en vano?"
Esta parte de la historia se ubica en la luna, debido a que los humanos la han conquistado y tienen una colonia espacial viviendo ahí. Asimov nos relata cómo sería la vida en la luna, y los cambios que sufrirán los humanos en ella, debido a la falta de gravedad.
Todo esto lo pueden ver en un artículo científico que publicó en el siguiente link: Nuestro segundo mundo

En él, comenta que la humanidad adoptará a la luna como su segundo mundo, y en base a ella, podrán realizarle los vuelos espaciales de una forma mucho más económica que desde la tierra. Además, los futuros colonos de la luna estarán más adaptados a estar lejos de la tierra, por lo que no tendrán esa necesidad de regresar como la tienen, lógicamente, los astronautas actuales. El primer paso para la conquista del espacio, es, justamente, la conquista de la luna, y en esta tercera parte podrán ver cómo se pueden adoptar los futuros "lunáticos" a esa idea.

Lo mejor, es que da una idea de cómo se formó el Big-Bang, increíble...

En resumen
Buen libro, atrapante - a mí me duró sólo 2 semanas... :( -, original, extraterrestres, universos paralelos, tramas políticas, y uno de los libros insignia de Asimov que por algún motivo que no entiendo, no lo había leido hasta hace muy poco.

domingo, 22 de agosto de 2010

Chau Fibertel

No me gusta poner comentarios políticos, pero últimamente lo que ha ocurrido con el tema de Fibertel parece algo de ciencia ficción...

Así que nada mejor que tomar esto con humor.










sábado, 21 de agosto de 2010

El Origen

Gente, siendo las 03:22 de la noche, acabo de volver de ver la Película "El Origen" de Leonardo Di Caprio.

La película trata sobre un tipo (ya ni me acuerdo el nombre, pero es Di Caprio, piensen que tengo bastante sueño), que tiene un método para entrar en los sueños de otros, y hacerle creer que es la realidad.

En la película van entrando en sueños de distintas personas (Di Caprio, la heroína, el tipo al que tienen que hacerle creer una cosa que no es cierta, etc.)...

¿Vieron que cuando sueñan, un minuto de la realidad son como 10 en el sueño?, bueno de eso se basan en la película, logran entrar en un sueño de sueños y de esa forma simular que en un segundo puede pasar mucho tiempo.

Lo que quieren hacer principalmente es meterle una idea a un empresario poderoso, para que a él le parezca que fue idea de él (porque no va a recordar el sueño), y de esa forma hacerle cambiar de parecer en algo.

El personaje principal (Di Caprio), en un momento, usó esta técnica para vivir con su esposa por más de 50 años.

Eso está bueno, digamos que sos un viejo al que le quedan un par de minutos de vida...¿porque no? Te metés en tus sueños, te creés que es tu realidad, y vivís ahí, y vas entrando en distintas etapas de tu sueño, y no te despiertes porque te morís.

Pero básicamente, más allá de eso... la película no me dejó nada... y a mi mujer mucho menos, tuve que acomodarla varias veces porque se apoyaba en mí mientras bostezaba viendo este bodrio infernal.

Supongo que a alguno le gustará, a mí me pareció demasiado obvia y mal actuada. En fin...

Me hubiera gustado volver a poner comentarios de películas de alguna película un poco mejor (pero hace rato que no había ido al cine a ver algo de ficción, así que no lo publicaba acá).

Esta película, en mi gusto personal, es un DARTH SIDIOUS.


Hablando de sueños, hubo una película que me acordé, argentina, que trataba de una máquina para grabar sueños, se llamaba "No te mueras sin decirme adonde vas", y la actuaba Darío Grandinetti. Esa película sí me gustó, y la vi varias veces, con el robot Carlitos, con Mariana Arias que estaba muy linda, etc.
Imaginen poder grabar sus sueños, ¿no estaría bueno saber en que soñaron a la noche?

Sí, sí, ya sé... no hace falta... siempre lo mismo, chicas desnudas, que hiciste saltar la banca, que sos el goleador del mundial...

viernes, 13 de agosto de 2010

Los cinco grandes de la Ciencia Ficción

La fantasía, que a veces es confundida con la ciencia-ficción, tiene una larga y refulgente historia ya que toda la ciencia-ficción es, en cierto modo, fantasía. Podemos trazar una gran fantasía literaria desde La Odisea de Hornero y, aún más allá, hasta las leyendas de los primeros capítulos de la Biblia, y todavía más allá hasta el cuento sumerio de Gilgamés, de aproximadamente 2800 años antes de Cristo.
La ciencia-ficción es la rama de la fantasía que basa las circunvoluciones de su argumento en los cambios del  nivel de la ciencia y la tecnología, y no pudo haber sido escrita de verdad sino hasta que el mundo se diera cuenta de que los avances científicos y tecnológicos estaban cambiando a la sociedad... es decir, no sino
hasta aproximadamente 1800, ya avanzada la Revolución Industrial.
Hay quienes piensan que la primera novela de verdadera ciencia-ficción fue Frankenstein, de Mary Shelley, publicada por primera vez en 1818 cuando la autora sólo tenía veintiún años de edad. Aunque se trata de una obra de juventud, el aspecto fundamental es que, para crear vida artificial, utiliza más la ciencia que la magia.
La siguió Edgar Alan Poe, quien ocasionalmente escribió ciencia-ficción pero que hoy en día es mejor recordado por sus cuentos de horror.
El verdadero fundador de la ciencia-ficción y el primero de mis cinco "Grandes" en este campo es, sin embargo, el francés Julio Verne. Fue el primero en dedicarse casi por completo a la ciencia-ficción, el primero en vivir bien gracias a su trabajo, y también el primero que llamó la atención del gran público hacia
este campo.
Verne era hijo de un abogado y se rebeló contra su padre al adoptar, deliberadamente, un estilo de vida diferente. Trató de escapar al mar, y los barcos siempre lo fascinaron. Intentó ser un escritor profesional y se
convirtió en un fracaso prolífico. Se convirtió en corredor de bolsa y no le gustó nada.
Finalmente en 1863, cuando tenía treinta y cinco años, al leer a Poe se inspiró para escribir un cuento de aventuras titulado "Cinco semanas en globo", que para su propia sorpresa tuvo un gran éxito. Esencialmente era una historia de viajes, pero inusitados. Verne inmediatamente se aprovechó de su éxito y escribió otras
novelas parecidas que llamó "Extraordinary Voyages", en las que llevaba a sus personajes al centro de la
Tierra, al fondo del mar en submarino, a la Luna, a los lejanos confines del Sistema Solar al subirse a un
cometa, y así. Su mayor éxito fue menos extraordinario que cualquiera de estos ejemplos, porque tan sólo trataba de la circunnavegación del globo terrestre: Around the world in eighty days.
Verne procuró dar un trato meticuloso a las bases científicas de sus escritos. Aunque a veces se equivocaba (como cuando pensó que era posible disparar un vehículo al espacio por medio de un cañón gigante sin matar instantáneamente a los tripulantes) impregnó sus libros con una atmósfera de realidad.
Con Verne, la ciencia-ficción se convirtió en una rama reconocida de la literatura. Su popularidad se extendió al mundo occidental de tal forma que mi padre lo leyó en ruso y, treinta años después y ocho mil kilómetros al occidente, yo lo leí en lengua inglesa. Lo leemos con la misma avidez y nuestros gustos por la ciencia-ficción tan sólo convergen en su trabajo.
Sin embargo, Verne siempre tuvo por lo menos un pie (a veces los dos) firmemente apoyado en la Tierra. No utilizó ninguna maravilla e hizo su mejor esfuerzo para aferrarse tanto como fuera posible a lo que ya se sabía.
La ciencia-ficción, si iba a avanzar, tendría que liberarse de estas cadenas; su imaginación tendría que remontarse a otras alturas. Así llegamos al segundo de nuestros cinco Grandes: el escritor inglés Herbert
George Wells.
Wells, como Verne, nació en una familia de la clase media, pero más bien tirando a baja. Wells era hijo de un tendero que se había casado con una sirvienta doméstica. Una vez más como Verne, los primeros años de Wells se presentan como una letanía de fracasos. Estaba resentido por su bajo nivel en el sistema social inglés de castas de la épica victoriana, por lo que apoyó firmemente al socialismo. Tuvo una escolaridad deficiente que él mismo superó por medio de un ambicioso programa autodidacto. No tenía una buena salud ni fue feliz en su matrimonio (sin embargo, llevó una turbulenta vida sexual).
Finalmente, inspirado en Verne, del mismo modo que éste había sido inspirado por Poe, Wells escribió un libro de un nuevo tipo en 1895, cuando tenía veintinueve años. Fue The Time Machine, Para sorpresa del propio Wells fue un gran éxito. En cierto modo parecía que estaba siguiendo los pasos de Verne, porque The
Time Machine era un cuento de viajes; pero había una diferencia. Se trataba de un viaje al futuro. No usaba
ninguna tecnología conocida ni contemporánea con mejoras mínimas. Se arrojaba a lo desconocido describiendo algo que era muy diferente a cualquier cosa existente. Wells había escrito la primera historia de viajes a través del tiempo (no se trataba del yanqui de Connecticut de Mark Twain, que se iba al pasado después de un golpe en la cabeza; el héroe de Wells se desplazaba a voluntad a través del tiempo con una
máquina... como si estuviera conduciendo una locomotora hacia uno u otro sentido sobre las vías).
Siguieron otros libros y cuentos. The island of Dr. Moreau, publicada en 1896, fue un cuento de cambio biológico. The Invisible Man (1897) es uno de sus cuentos más notables. Después, en 1898, presentó el libro
que ejerció más influencia, The War of the Worlds, que describía la primera historia de una invasión extraterrestre y de guerra interplanetaria.
Cuando escribió su historia de un viaje a la Luna (como todos los primeros escritores de ciencia-ficción)
no utilizó cohetes ni cañones, sino un escudo de gravedad.
El uso libre que hizo Wells de sus ideas logró rápidamente que fuera más popular que el ya anciano Verne, quien reaccionó con amargura. Verne indicó que sus cañones sí existían, en tanto que el escudo de gravedad de Wells no. Pero, por supuesto, precisamente ese fue el punto a favor de Wells. Después de 1900 recurrió
cada vez más a la ficción de la principal corriente de éxito, y su Outline of History, publicada en 1920, fue uno de los libros más vendidos. Aún ahora, casi un siglo después de The invisible man, constituye su obra de
ciencia-ficción por la que más se le conoce y recuerda. Es muy probable que haya sido el escritor de  ciencia ficción que más influencia haya ejercido.
Según fue avanzando el siglo veinte parecía que no surgiría nadie que pudiera reemplazar a Verne y Wells, pero en 1926 apareció en el escenario un nuevo fenómeno: una revista, Amazing Stories, dedicada nada más
a la ciencia-ficción. Hasta entonces, este género era de la jurisdicción de algún escritor ocasional, pero ahora
existía una salida que permitía que los principiantes probaran sus alas (aunque casi sin pago, sin duda).
Por supuesto que no hubo resultados inmediatos. Durante los primeros años de su existencia, Amazing Stories tenía que llenar casi todas sus páginas con reimpresiones de Poe, Verne, Wells, y algunos otros
menos brillantes. Entonces se presentó el tercero de los Grandes de la ciencia-ficción, Edward Elmer Smith.
Smith había escrito una novela llamada The Skylark of Space casi al mismo tiempo que obtenía su doctorado en química alimenticia (de tal forma que, cuando por fin aparecieron sus cuentos, siempre lo hacían bajo el nombre de "Dr. E. E. Smith"), pero no podían aparecer en ningún lugar porque sus escritos eran torpes, los argumentos demasiado exagerados y, para comenzar, no había mercado para esas cosas. Sin embargo, Amazing Stories fue hecha por cosas como esta, y el mercado encontró a su hombre cuando en 1928 apareció en sus páginas The Skylark of Space. En esa época Smith tenía treinta y ocho años. Los lectores estallaron de alegría. Y la ciencia-ficción de revista, al tener su primera "superestrella", dejó de ser un fenómeno pasajero. Había llegado para quedarse.
El argumento de Smith fue el primero que presentó los vuelos interestelares. Tenía "superciencia", "superarmas" y "superhéroes". Era una "historia del salvaje oeste" con naves espaciales y disparadores. Tenía
un argumento rápido con las armas, además de ensanchable, que estableció la tradición de la "ópera espacial"
(en analogía a la "ópera a caballo", como se conoce a los westerns).
Smith siguió escribiendo sus óperas del espacio, aumentando cada vez más el alcance y frenesí de la acción, y comenzó a ser imitado por otros hasta que todo el subgénero comenzó a hundirse y cuartearse bajo su propio peso. Sin embargo, Smith había establecido un aire de optimismo en la ciencia-ficción, un sentimiento de que los seres humanos podrían enfrentarse a la vastedad del universo sin miedo, para después llegar a dominarlo. Este sentimiento iba a caracterizar particularmente a la ciencia-ficción durante una generación.
En cierto sentido, Smith transportó la agitación de Wells hasta el último extremo, pero al precio de abandonar por completo la realidad, a lo que contribuyó su imperfecta prosa.
Así, el escenario estaba preparado para el cuarto de los Grandes de la ciencia-ficción, Stanley Grauman
Weinbaum, quien era diez años menor que Smith. Se trataba de un ingeniero químico que, como Verne, Wells y Smith, se había dedicado a escribir desde joven y que, al principio, no había tenido éxito alguno.
Después de 1930 Amazing Stories dejó de ser la única en el campo. Otras revistas ingresaron a lo que
Smith había hecho crecer, y en 1934 Weinbaum vendió "A Martian Odyssey" a Wonder Stories, la última de
las tres revistas que se publicaban. En esa época tenía treinta y cuatro años de edad.
"A Martian Odyssey" estaba a una escala menor que cualquier cosa que hubieran escrito Smith o sus imitadores; tan sólo se trataba de un reporte de la primera expedición humana a Marte. Sin embargo, en
comparación con la ópera del espacio, estaba escrita en una forma clara y realista, en la que no había nada
altisonante.
Aún más, Weinbaum trabajó para describir a Marte con sensatez. Hasta entonces, generalmente las criaturas extraterrestres habían sido villanos superinteligentes, o bestias supertemibles, siempre enormes amenazas a las que era necesario matar en grande. Weinbaum presentó a un cautivador marciano tan inteligente como cualquier ser humano, pero su inteligencia no era del mismo estilo. Esta criatura se robó el espectáculo. Weinbaum también describió otras formas de vida marciana, cada una de ellas fascinante y sensata a su propia manera.
En mi opinión, Weinbaum fue el mejor escritor de ciencia-ficción desde Wells, y los lectores respondieron encantados con su estilo. Rápidamente escribió otros cuentos que aceptó Astounding Stories, que ya era la revista líder en el campo, y durante año y medio generalmente se reconoció que era el escritor más popular
(y también el mejor) de este campo.
Pero tan sólo durante año y medio. Hacia el final de 1935 Weinbaum, que tenía treinta y seis años, murió
de cáncer. Nunca sabremos hasta dónde pudo haber hecho llegar este campo.
Pero entonces llegó el quinto Grande de la ciencia-ficción. En cierto modo significó más que todos los demás. Hasta entonces los Grandes habían llegado inopinadamente y trabajando solos, pero John Wood Campbell terminó con esto.
Diez años menor que Weinbaum, Campbell había estudiado física en el Instituto de Tecnología de Massachusetts y Duke. A diferencia de los otros Grandes, el escritor tuvo éxito desde el principio. "When the
atoms failed", su primer cuento publicado, apareció en 1930 en Amazing Stories cuando tan sólo tenía veinte
años de edad. En pocos años desde entonces se ganó rápidamente la reputación de escritor de óperas del espacio, que tan sólo era superado por Smith. En 1934, con la publicación de su cuento "Twilight" —bajo el pseudónimo de Don A. Stuart— comenzó a ganar una segunda reputación como escritor de cuentos más sutiles y emocionales.
Sin embargo, su verdadera carrera comenzó en 1938 cuando, a los veintiocho años de edad, llegó a ser director de Astounding Stories, cuyo nombre cambió rápidamente al de Astounding Science Fiction.
Como director de la revista líder en el mundo dentro del campo, adquirió mucha fuerza y comenzó a usarla, inexorablemente, para rehacer a la ciencia-ficción y dirigirla hacia donde él creía que debía ir. No nada más quería aventuras. No quería óperas del espacio (aunque siguió publicando a Smith).
Quería cuentos que trataran con las cuidadosas extrapolaciones de la ciencia y la ingeniería. Quería personajes que, si eran científicos e ingenieros, actuaran y pensaran como tales. Pugnó por lo que ahora recibe el nombre de "ciencia-ficción sólida", en la que el autor no hace lo que quiere con los principios científicos.
En pocas palabras, Verne estableció el campo, Wells añadió ideas, Smith agregó un optimismo desenfrenado, Weinbaum sumó la razón y Campbell añadió respetabilidad científica.
Campbell hizo todavía más. Con sufrimiento infinito cultivó a los nuevos autores que él suponía que prometían, les daba ideas, analizaba sus esfuerzos, los alentaba a volver a intentar, hasta que reunió a su
alrededor una sorprendente colección de excelentes escritores jóvenes que dominaron en el campo durante una generación. De hecho, tres de ellos han estado activos durante casi medio siglo, y todavía se les conoce
como "Los tres Grandes": Robert Heinlein (quien murió en 1988), Arthur C. Clarke y su seguro servidor.
El éxito de Campbell logró que la ciencia-ficción se extendiera en todas direcciones una vez que se terminó la Segunda Guerra Mundial. Se multiplicó el número de escritores y el de revistas. La ciencia-ficción
comenzó a aparecer encuadernada en tela y a la rústica, publicada por las editoriales importantes, y después
apareció en las listas de los libros más vendidos. La ciencia-ficción también comenzó a hacer apariciones impresionantes en cine y televisión. Y la mayor de todas las maravillas (para alguien como yo, que comenzó
hace medio siglo) fue: los escritores de ciencia-ficción comenzaron a ganar fortunas con sus escritos.
Desde Campbell el campo se ha agrandado demasiado para poder ser dominado por una sola persona. Ahora existen docenas de "grandes", pero ningún "Grande". Esta es la medida de lo que los cinco Grandes
han hecho para el campo.

Isaac Asimov

lunes, 2 de agosto de 2010

Auge y Caida del Imperio

Hola amigos!

Esta semana, les propongo hacer un pequeño ejercicio ¿Premonitorio? ¿Conspirador?, de algo que extraigo de "Madre Tierra", de Isaac Asimov (libro que les presenté la semana pasada). Lean atentamente el texto a continuación:

Field -conferenciante, erudito y hombre de escasos medios-, lo aprovechaba para recitar capítulos enteros de su todavía incompleta Historia del Imperio Terrestre.
-Espero el último acto -acababa de explicar-. Entonces le cambiaré el título por el de Ocaso y caída del Imperio, y la publicaré.
-En tal caso debes de creer que el último acto llegará pronto, ¿no?
-En cierto sentido se podría decir que ya ha llegado. Lo que ocurre es que prefiero esperar a que todos lo admitan. Escucha, escéptico: cuando un imperio, un sistema económico o una institución social entran en decadencia siempre hay tres momentos o tiempos diferenciados.
Field hizo una pausa un poco melodramática, y aguardó pacientemente a que Stein hiciera la pregunta inevitable.
-¿Cuáles son esos tres tiempos? -preguntó por fin Stein.
-Primero llega el momento en el que aparece un pequeño nudo que señala el camino inexorable que llevará al final -dijo Field alzando el índice de la mano derecha-. No es percibido por nadie, y no se lo reconoce como tal hasta que ha llegado el final, y ese momento es el que se hace visible para quien examine el pasado.
-¿Y puedes decirme cuál es ese pequeño nudo del que hablas?
-Creo que sí, pues ya cuento con la ventaja que me da siglo y medio de visión retrospectiva. Llegó cuando Aurora, la colonia del Sector de Sirio, obtuvo permiso del gobierno central de la Tierra para introducir los robots positrónicos en su sociedad.
Evidentemente si vuelves la vista hacia aquel momento comprendes que eso abrió el camino a una sociedad totalmente mecanizada basada en el trabajo de los robots y no en el de los seres humanos; y es esa mecanización la que ha sido y seguirá siendo el factor decisivo en la lucha entre los Mundos Exteriores y la Tierra.
-¿De veras? -murmuró su interlocutor-. Ah, qué diabólicamente inteligentes sois los historiadores... ¿Cuál fue el segundo momento y cuándo llegó?
-El segundo momento llega cuando los ojos del experto captan una señal tan grande y clara que se puede distinguir sin la ayuda de la perspectiva -dijo Field doblando lentamente el dedo medio-; y este momento también hay que buscarlo en el pasado. Se dio cuando los Mundos Exteriores establecieron por primera vez un cupo de inmigración para los terrestres. El hecho de que la Tierra fuese incapaz de impedir una acción tan claramente perjudicial para ella fue una llamada de atención que todos pudieron oír, y eso tuvo lugar hace cincuenta años.
-Esto se pone muy interesante. ¿Y el tercer momento?
-¿El tercer momento? -Le tocó el turno al dedo anular de Field-. Es el menos importante: se da cuando el mensaje se convierte en un muro sobre el que está garabateada la palabra FIN escrita con letras enormes. Entonces lo único que se necesita para darse cuenta de que ha llegado el final no es perspectiva o ser experto en historia, sino sencillamente la capacidad de ver y escuchar un libro-película y entenderlo.

Ahora, el ejercicio, es obvio que vamos a hablar de EE.UU., la mayor potencia mundial actual... ¿o no? ¿lo dudan ustedes? ¿porqué?

Hace unos días, mirando la película 2012 (recién la vi hace poco), me llamaron la atención ciertos puntos, los cuales les detallo a continuación:

Pelicula 2012:
- El pasaje para entrar a las naves es de 1000 millones de Euros, no de Dolares (y se aclara en la peli).
- EEUU pregunta al G-8 los pasos a seguir, y entre todos lo cumplen.
- Es sólo una potencia más (aunque se aclara que es la más importante).
- El lugar de donde parten las naves es de China (¿anticipando que será la nueva potencia?)

Pero eso no es todo, haciendo un ejercicio de memoria, puedo ver que películas que han sido hechas en los últimos tiempos también tienen un mensaje similar, a continuación una breve lista de lo que recuerdo:

Película Avatar:
- EEUU es la potencia dominante, pero termina perdiendo la guerra con los Na'vi, ya que ellos son los malos por atacar un territorio que no es de ellos (clara referencia a Afganistan e Irak)

- Película "El día después de mañana"
- EEUU es destruido y tiene que pedirle a México vivir en sus tierras, siendo ellos ahora los inmigrantes.

- Película "Sector 9"
- Los Aliens aterrizan en Sudáfrica, no en EE.UU. y son mantenidos en un campo de concentración ahí. (No sé como continúa porque el DVD estaba rayado, sólo vi eso).

Sin embargo, si miramos películas más viejas, de los 90, cuando EEUU era la potencia indiscutida (sobre todo luego que cayó la URSS), vemos los siguientes mensajes:

- Día de la Independencia, el presidente PILOTEA UN AVION!! y entra en la lucha, y gracias a EEUU se salva el mundo. Encima el 4 de Julio queda como día de la indepedencia mundial (un claro ejemplo del peor cine de Hollywood, pésima película).

- Marte Ataca, gracias a una vieja y un pibe de EEUU, descubren como salvar al mundo. Además, las naves estacionan en EEUU y tienen contacto con ellos principalmente. El presidente de EE.UU. tiene un claro papel de dominador del conflicto (aunque le sale muy mal, y termina muerto).

- Armaggedon, película insoportablemente pro-yanqui, donde ellos salvan el mundo una vez más, sin preguntarle nada a nadie (no me pidan más detalle, la vi una vez hace como 10 años, fue suficiente).

Pero no es sólo eso, extrañamente, el otro día, leyendo uno de mis blogs favoritos, escuché el siguiente podcast:
http://www.kaminoo.com/post/822157513/podcast-episodio-24-un-poco-de-cultura-y-de

Me llamó poderosamente la atención que acá Kaminoo (el blogger) ya no considera a EEUU la potencia, sino que ve a China y a otros más...

Vean este link, además:
http://www.webislam.com/?idt=8921 (EEUU. ¿El declive de un imperio?)

Igualmente, lo que más me llama la atención sigue siendo Hollywood, piensen lo siguiente... sus películas se ven en TODO el mundo, aún en detrimento de películas nacionales (yo por cada 100 películas de EEUU veo una argentina, en proporción), y es una forma de dominación tan sutil, tan bien hecha, que si en todas las películas ves que EE.UU. es la potencia y que ellos son los mejores y siempre ganan, te lo vas a terminar creyendo, quieras o no, entra en tu subconsciente... ¿y que nos dicen ahora? ¿que nos vayamos preparando que EE.UU. ya no es la primer potencia?

¿Cuál ha sido el primer momento de la caida de EE.UU.? ¿ha pasado el segundo? definitivamente no pasó el tercero.

¿Habrá sido la caida de las torres? ¿o pasó antes? ¿Será el fastidio de la gente a esa guerra en Irak? ¿La creación del EURO? No lo sé... ¿cual puede ser el primer momento de la caida de EE.UU.? ¿Hubo alguno ya?.

¿Cual es la próxima potencia? ¿China? ¿Argentina, tal vez?

A mí particularmente, si tengo que elegir, no me gustaría China, porque con lo que me cuesta aprender inglés... imaginense el chino... por favor... No, yo preferiría, si tengo que seguir siendo subordinado, que continúe EE.UU. como potencia por largo rato, mejor malo conocido que bueno por conocer.

Pero ojo, esta es mi opinión, nada más, puedo estar totalmente equivocado (como seguro lo estoy).

Por último, y para despedirme, haría el mismo juego con el Imperio Galáctico de Star Wars:

Primer punto: Que se hayan salvado Luke y la Princesa Leia y se hayan podido ocultar, en el momento de su nacimiento. (SW III)
Segundo Punto: Cuando Darth Vader sabe que Luke es su hijo (SW V)
Tercer Punto: Que te ganen los Ewoks... con eso ya está todo dicho (SW VI).